martes, 17 de agosto de 2010
Crónica de una deuda saldada
Gerardo de la Torre obtuvo el Premio al Mérito Literario otorgado por el gobierno de Zacatecas
Por Yolanda de la Torre
México, D.F., 17/08 (N22).- Hace apenas tres días, el 14 de agosto a las 20:00 horas, se cumplieron cuarenta años de la primera vez que Gerardo de la Torre leyó en público su cuento "El vengador" en la capital zacatecana, dato que posiblemente se habría perdido en la niebla del tiempo si ese mismo 14 de agosto de 2010, a las 13:12 horas, José de Jesús Sampedro no hubiera mostrado a quienes se reunieron en la Capilla de San Antonio del antiguo convento de San Francisco, hoy Museo Rafael Coronel, un folleto parduzco, fechado el 14 de agosto de 1970, donde se anunciaba la lectura del entonces joven narrador. Sobre ese cuento comentó horas después De la Torre: "No se cómo se me ocurrió la idea de un hombre que, obsesionado con la lucha de clases, violaba a jovencitas ricas. Es perverso y muy largo".
Cuarenta años transcurrieron para que Gerardo de la Torre volviera a Zacatecas no a leer de nuevo ese cuento, sino a recibir el Premio al Mérito Literario —otorgado por el conjunto de su obra— de manos de la gobernadora Amalia García, quien también entregó el Premio al Mérito Editorial a la doctora en Letras Eugenia Revueltas en una ceremonia cuyo primer oficiante fue el zacatecano Sampedro, galardonado en 1975 —vale la pena recordarlo— con el Premio de Poesía Aguascalientes por el libro un (ejemplo) salto de gato pinto cuando el poeta tenía apenas 24 años.
A las 12:50 horas del pasado 14 de agosto dio comienzo, pues, el acto oficial con las palabras de Sampedro, quien no escatimó elogios ni recuerdos acerca de Revueltas y De la Torre. Memorioso, leyó no sólo aquel folleto que anunciaba la presentación del escritor oaxaqueño, sino una carta, igualmente antigua, en la que doña Eugenia lo apremiaba para que le enviaraunl libro de poemas que en breve publicaría la UNAM.
Largo habló el poeta sobre su maestra, fundadora de la revista Punto de Partida y de otros muchos proyectos editoriales que ella emprendió generosa y gratuitamente en la máxima casa de estudios, donde era maestra de tiempo completo; y sobre su amigo ex petrolero, con quien compartió las primeras andanzas de su vocación escritural en el taller José Revueltas que fundaron allá, en Zacatecas, para darle rienda suelta a la pluma, el alcohol y las ideas de izquierda. "En ese taller, comentó posteriormente De la Torre, leí 'El vengador' antes de la otra presentación".
Nieve sobre Oaxaca
Gerardo de la Torre volvió a la capital zacatecana con otro fin: presentar por segunda vez —la primera fue en el reciente encuentro de escritores Hacedores de Palabras llevado a cabo en su tierra, la vieja Antequera— su novela Nieve sobre Oaxaca, publicada por Random House Mondadori, con la cual obtuvo el Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos en su edición 2009. Pero eso ocurrió dos días antes de lo que aquí se ha contado, el jueves 12 de agosto, a las 20:17 horas, en la Feria del Libro de Zacatecas, donde el sonorense César Gándara afirmó que lo mejor de la obra de De la Torre está aún por venir, y donde el hidrocálido Carlos Franco sostuvo que Nieve sobreOaxaca se inserta en la más destacada tradición de la novela negra, con un lenguaje más directo y efectivo que el de las exhaustivas digresiones del famoso narrador sueco Henning Mankell.
Fue ésta una presentación más emotiva que la breve ceremonia que tuvo lugar a las 12:33 horas del día siguiente, viernes 13 de agosto, en la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas, donde el rector Francisco Javier Domínguez recibió a Eugenia Revueltas y Gerardo de la Torre en el patio del recinto para conducirlos, entre grabadoras y flashazos de la prensa, a la mesa de honor. Ahí, en un acto tan cálido como sencillo y en compañía de David Eduardo Rivera Salinas, director general del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, les entregó un diploma de reconocimiento que sus invitados agradecieron puntualmente antes de retirarse, a las 13:06 horas, para ocuparse de asuntos más mundanos.
Momentos más tarde, a eso de las 13:19 horas, la maestra Revueltas se fue a comer en compañía de sus amigos, y De la Torre dijo: "quiero ir al teleférico y a la cantina Las quince letras". Exactamente eso hizo, y aprovechó para comprar, en el camino, unas cuantas gorras de beisbol.
El mundo en rojo
Así llegaron el sábado 14 de agosto, la premiación en el Museo Rafael Coronel y las palabras de José de Jesús Sampedro. En una larga mesa de mantel blanco, además del poeta y los homenajeados, estuvieron también David Eduardo Rivera Salinas, quien esta vez fungió como presentador y moderador del acto; Georgia Aralú, en representación de María Dolores Bravo; el narrador y traductor Javier García Galiano y, al centro, la gobernadora Amalia García.
A las 13:16 subió al podio Aralú para leer las afectuosas palabras de María Dolores Bravo para Eugenia Revueltas, tres cuartillas que apenas fueron suficientes para resumir una vasta labor editorial en la UNAM. A las 13:27 le tocó hacer lo mismo a García Galiano quien, olvidado su texto en la ciudad de México, se vio obligado a reconstruirlo mentalmente. Entonces habló de los tres grandes amores del escritor oaxaqueño: la literatura, el cine y el beisbol: "Gerardo sabe —dijo— que siempre hay otro turno al bat aunque en la primera oportunidad salgas ponchado".
Y ese siguiente turno llegó un rato después, a las 13:47 horas y ante una nutrida concurrencia, cuando la gobernadora entregó a sus invitados diploma, medalla de plata, cheques y sendos ramos de flores. Varios"bravos" anónimos se escucharon por encima del estruendo de los aplausos. A la maestra Revueltas casi se le saltaron las lágrimas al recordar al muchacho tímido y talentoso poeta que era, y aún es, José de Jesús Sampedro. "Se me quebró la voz y sólo pude continuar tras respirar profundo", confesó posteriormente. Los "bravos" se repitieron cuando Gerardo de la Torre subió al podio. "De todos los premios que he recibido —mencionó— éste es el mayor y el que más me emociona". Era cierto.
Igualmente emocionada pareció la gobernadora cuando, al filo de las 14:06 horas, rememoró un nombre inevitablemente vinculado al de Eugenia Revueltas: el de su tío José, a quien una generación universitaria —la de Amalia García— nombró padrino simbólico, y a quien Sampedro y otros escritores rindieron homenaje en aquel taller literario donde De la Torre estrenó, para los zacatecanos, su cuento "El vengador". "Eran otros tiempos y nosotros, jóvenes militantes comunistas, queríamos cambiar el mundo —comentó la mandataria— pero el mundo no es aún el que deseábamos".
Tampoco es el mundo que queremos muchos otros. Pero sí es, desde ese sábado 14 de agosto de 2010, uno un poco más justo porque —como insistieron desde su llegada a Zacatecas y a todas horas Carlos Franco y César Gándara— ese día se saldó una deuda pendiente con la maestra Revueltas, sí. Pero sobre todo con Gerardo de la Torre.
Enhorabuena.
17/08/YT
*Texto publicado en la agencia de información cultural Noticias22.
jueves, 22 de abril de 2010
CARTAS DE NAVEGACIÓN (FRAGMENTOS)
AMARIZAJE
Llegué al océano una tarde ligera
como la piel de un eremita
(el crepúsculo parecía sumergirse
en el horizonte de mis dedos)
Una tarde sin mástiles
tomé un barco fantasma
Lo sé porque mi brújula marcaba el Este
Me fui porque quería recordar los litorales recién abandonados
el trasluz de la tierra que tomé por cuna
los ojos de mi madre
los árboles hendidos a degüello donde la vi por última vez
cuando aún no sabía que era la última
Viajé como les digo en espirales
supe de costas descalzas y peces herrumbrosos
de puertos como cirios extinguiéndose en la noche de oriente
Una tarde puse la brújula de espaldas
y regresé cuando el océano me recordó
la voz de mi madre
los litorales de mi niñez
el cielo donde aprendí a navegar el horizonte
y la costra de los árboles degollados por el crepúsculo
Aquel atardecer de luz ligera
yo supe que mi madre era fantasma
y devoré los mástiles
de cada uno de mis dedos
DESDE EL TEJADO
Puedes caminar por una calle ciega
de dolor en los postigos
umbral que nadie cruza porque muerde
feroz
aunque despacio
la exacta simetría de tu esqueleto
Puedes adivinar el miedo en los árboles
las bromas de la muerte en los tejados
el ojo espía de dios que acecha tras las bardas
donde febril un hombre
se masturba
le sostiene la falda a la banqueta
e intenta eyacular la propia sombra
GRAFITTI
Entre tú y yo
se yergue lo impronunciable
un voto de silencio
un laberinto oculto en las palabras del oráculo
Yo sé tu nombre
en él habitan templos y tempestades
sé que duermes de pie sobre la palma de tus ojos
que de noche te rondan espíritus hostiles
aunque en el día
amor
eres inexpugnable
y vas de prisa
Ojalá correr fuera escribir
y te conociera caminando
para escribir en tus muros
lo que omito
ORACIÓN EN UNA CANTINA
Señor,
si es posible,
aparta de mí este cáliz.
Si no,
es probable
que me lo acabe todo.
CARTAS DE NAVEGACIÓN
Antes de partir alteré la geografía
de todos los mapas confundí
selvas y desiertos torcí caminos manantiales
costas enteras fueron a dar al bosque
y a las playas mantos de piedra
dejé irreconocibles
golfos penínsulas
quité la espada a Orión desfiguré
a
planetas en agujeros negros
y eché a andar
en medio de ese paisaje enloquecido
DE SABER QUE VENDRÍAS
De haber sabido que vendrías
no me habría desnudado
De haber sabido que te irías
tampoco
BUDAPEST
Enclavada en la corriente del cielo,
Budapest.
Junto a mí,
el Danubio asfixia a los ahogados
ahí donde no hay nadie.
Estamos ciegos,
ellos y yo.
El aire se agita como si nada hubiera
salvo el dolor de saberme embrutecida.
En la noche magiar he tocado
el cielo y sus castillos e igual,
bajo la faz del agua,
la ciudad se bifurca inalterable.
Conmigo y con sus muertos,
Budapest yace gitana en las riberas.
LEVEDAD
De haber cierta levedad ente nosotros
podríamos transfigurar el infierno
sentados a la derecha
de otros amantes
y fieles
a nuestras tentaciones.
Podríamos elevar plegarias
y desplegar caricias
en nombre de los ángeles
caídos.
Y volaríamos cada vez más alto.
COMETA
Soy cometa
deslumbro
pero la mía
es una cauda perdida
PORQUE ME VIENE EN GANA
Porque me viene en gana te miro con labios
entreabiertos, con el goce
de quien en balde agita la cadera
en tu nombre. Te miro
porque así lo deseo, y es mi voluntad
sostenerte la sonrisa y hablar
como si no fuera contigo,
vigilando tu boca sobre cualquier paisaje.
Porque me viene a cuento, en fin,
disimulo que muerdo estas ansias
con los ojos en ti, y que a decir verdad
te seguiría a ciegas.
Puro antojo.
CANTO DE SOMBRA
Espérame
donde las constelaciones alumbren tus escombros
y las aves multipliquen tu nombre:
serán mi guía los árboles de luto.
Háblame de ti,
del zodiaco puntual de tu suicidio
del incendio que así nomás se extingue en la penumbra:
crepitante,
yo seguiré tu voz por estas playas de ónix,
bendeciré con mi dolor el tuyo
y anunciaré la tarde amarga,
mi tristura,
tu partida.
NOCTUNO EN ISLA
Esta noche
oculto el deseo en la cocina
y en la cama
preparo café
ESTAMPA MARINA CON VIOLÍN
El océano es un caracol venido a más.
Sabe de olas y tiene buen oído:
posee la estridencia de un violín abandonado
del otro lado del mundo.
Los pájaros son olas alzándose en piruetas.
La marea es al caracol lo que el aire a los pájaros,
y el aire a la marea lo que el océano a un violín
anclado en la arena de los días.
Un caracol es un violín estridente
aprendiendo a nadar. El océano, un caracol
magnánimo. Sin pájaros.
*Todas las ilustraciones fueron tomadas de la página: http://beinart.org/artists/group/International%20Paintings/