
AMARIZAJE
Llegué al océano una tarde ligera
como la piel de un eremita
(el crepúsculo parecía sumergirse
en el horizonte de mis dedos)
Una tarde sin mástiles
tomé un barco fantasma
Lo sé porque mi brújula marcaba el Este
Me fui porque quería recordar los litorales recién abandonados
el trasluz de la tierra que tomé por cuna
los ojos de mi madre
los árboles hendidos a degüello donde la vi por última vez
cuando aún no sabía que era la última
Viajé como les digo en espirales
supe de costas descalzas y peces herrumbrosos
de puertos como cirios extinguiéndose en la noche de oriente
Una tarde puse la brújula de espaldas
y regresé cuando el océano me recordó
la voz de mi madre
los litorales de mi niñez
el cielo donde aprendí a navegar el horizonte
y la costra de los árboles degollados por el crepúsculo
Aquel atardecer de luz ligera
yo supe que mi madre era fantasma
y devoré los mástiles
de cada uno de mis dedos

DESDE EL TEJADO
Puedes caminar por una calle ciega
de dolor en los postigos
umbral que nadie cruza porque muerde
feroz
aunque despacio
la exacta simetría de tu esqueleto
Puedes adivinar el miedo en los árboles
las bromas de la muerte en los tejados
el ojo espía de dios que acecha tras las bardas
donde febril un hombre
se masturba
le sostiene la falda a la banqueta
e intenta eyacular la propia sombra

GRAFITTI
Entre tú y yo
se yergue lo impronunciable
un voto de silencio
un laberinto oculto en las palabras del oráculo
Yo sé tu nombre
en él habitan templos y tempestades
sé que duermes de pie sobre la palma de tus ojos
que de noche te rondan espíritus hostiles
aunque en el día
amor
eres inexpugnable
y vas de prisa
Ojalá correr fuera escribir
y te conociera caminando
para escribir en tus muros
lo que omito

ORACIÓN EN UNA CANTINA
Señor,
si es posible,
aparta de mí este cáliz.
Si no,
es probable
que me lo acabe todo.
CARTAS DE NAVEGACIÓN
Antes de partir alteré la geografía
de todos los mapas confundí
selvas y desiertos torcí caminos manantiales
costas enteras fueron a dar al bosque
y a las playas mantos de piedra
dejé irreconocibles
golfos penínsulas
quité la espada a Orión desfiguré
a
planetas en agujeros negros
y eché a andar
en medio de ese paisaje enloquecido

DE SABER QUE VENDRÍAS
De haber sabido que vendrías
no me habría desnudado
De haber sabido que te irías
tampoco

BUDAPEST
Enclavada en la corriente del cielo,
Budapest.
Junto a mí,
el Danubio asfixia a los ahogados
ahí donde no hay nadie.
Estamos ciegos,
ellos y yo.
El aire se agita como si nada hubiera
salvo el dolor de saberme embrutecida.
En la noche magiar he tocado
el cielo y sus castillos e igual,
bajo la faz del agua,
la ciudad se bifurca inalterable.
Conmigo y con sus muertos,
Budapest yace gitana en las riberas.

LEVEDAD
De haber cierta levedad ente nosotros
podríamos transfigurar el infierno
sentados a la derecha
de otros amantes
y fieles
a nuestras tentaciones.
Podríamos elevar plegarias
y desplegar caricias
en nombre de los ángeles
caídos.
Y volaríamos cada vez más alto.

COMETA
Soy cometa
deslumbro
pero la mía
es una cauda perdida
PORQUE ME VIENE EN GANA
Porque me viene en gana te miro con labios
entreabiertos, con el goce
de quien en balde agita la cadera
en tu nombre. Te miro
porque así lo deseo, y es mi voluntad
sostenerte la sonrisa y hablar
como si no fuera contigo,
vigilando tu boca sobre cualquier paisaje.
Porque me viene a cuento, en fin,
disimulo que muerdo estas ansias
con los ojos en ti, y que a decir verdad
te seguiría a ciegas.
Puro antojo.

CANTO DE SOMBRA
Espérame
donde las constelaciones alumbren tus escombros
y las aves multipliquen tu nombre:
serán mi guía los árboles de luto.
Háblame de ti,
del zodiaco puntual de tu suicidio
del incendio que así nomás se extingue en la penumbra:
crepitante,
yo seguiré tu voz por estas playas de ónix,
bendeciré con mi dolor el tuyo
y anunciaré la tarde amarga,
mi tristura,
tu partida.

NOCTUNO EN ISLA
Esta noche
oculto el deseo en la cocina
y en la cama
preparo café
ESTAMPA MARINA CON VIOLÍN
El océano es un caracol venido a más.
Sabe de olas y tiene buen oído:
posee la estridencia de un violín abandonado
del otro lado del mundo.
Los pájaros son olas alzándose en piruetas.
La marea es al caracol lo que el aire a los pájaros,
y el aire a la marea lo que el océano a un violín
anclado en la arena de los días.
Un caracol es un violín estridente
aprendiendo a nadar. El océano, un caracol
magnánimo. Sin pájaros.

*Todas las ilustraciones fueron tomadas de la página: http://beinart.org/artists/group/International%20Paintings/